Han pasado ya unas cuantas semanas desde que el último dispositivo disruptivo de Apple ha llegado al “gran público”. Este dispositivo son las Apple Vision Pro, un visor de realidad extendida que abre las puertas del ecosistema de la manzana a las capacidades, casi ilimitadas, que trae este tipo de tecnología.
En este artículo vamos a tratar de aclarar qué son y qué no estas gafas, los entornos en los que pueden tener un propósito claro y, por ende, también aquellos aspectos en los que flaquean. Tras estas líneas hay todo un equipo experimentado de personas que trabajan día a día con este tipo de dispositivos, normalmente tratando de llevar sus capacidades al límite. Un equipo que ha trabajado con todos los headsets de realidad virtual hasta la fecha y que, en el caso de algunos, tienen edad para haber conocido la famosa Virtual Boy de Nintendo, así que puedes esperar una opinión útil y sincera.
💡 Para más inri, el texto original se está escribiendo desde unas Vision Pro conectadas a un MacBook.
Si usamos la objetividad pura, centrándonos en el dispositivo como tal, podríamos decir que las Vision Pro no tienen un rival directo. Sus prestaciones de hardware, su precio o su usabilidad, hacen de este dispositivo algo completamente único que no tiene una competencia directa.
Por tanto, para poder hablar de competencia tenemos que abrir un poco el prisma con el que miramos el mercado de dispositivos. Para evaluar la competencia hemos tenido en cuenta los siguientes aspectos:
Atendiendo a estos tres puntos, actualmente contamos con dos competidores en el mercado para las Vision Pro: Meta y Pico.
Por comodidad y tamaño de mercado, nos centraremos para la comparativa en las Meta Quest 3 y las Pico Neo 4. Estos dos dispositivos son prácticamente idénticos en sus características, así que, sin querer avivar mucho la eterna disputa, por comodidad los llamaremos la alternativa Android.
Lo cierto es que, las alternativas Android se pueden quedar atrás en hardware, y podríamos decir que su experiencia de usuario es distinta (en este apartado es importante entender que también tienen un foco de mercado diferente), pero no podemos realmente afirmar que se queden atrás en funcionalidades. En según qué casos, las superan. Nuevamente, hay que entender que buscan públicos y usos distintos.
Las alternativas de Android se han centrado en una cosa hasta la fecha, el usuario gamer. Todos los mensajes de venta, los contenidos o el precio (unos 500$) están enfocados al nicho de mercado de los videojuegos, aunque existe otro mercado enfocado a empresas (negocios B2B) donde nos saltamos la parte gamer. Por el contrario, las Apple Vision Pro ya marcan una diferencia de nicho únicamente atendiendo a su precio, 3500$ vs 500$. Tal diferencia ya nos deja claro que no se dirigen al mismo público, por una mera cuestión de capacidad adquisitiva.
Si el apartado del precio no es uno de los factores diferenciales de cara a tu proyecto o idea, vamos a profundizar un poco más en qué podemos hacer con ellas y qué no.
Empecemos por la parte sencilla de este apartado. Dejando de lado las cuestiones propietarias de Apple como los vídeos espaciales, o el sistema de manejo de la gafa (cosas que ya se están viendo en las alternativas Android), no hay nada que no puedas realizar con las Apple Vision Pro y que no puedas hacer con las alternativas Android.
💡 Nota importante. El dispositivo de Apple es muy nuevo, aún no se ha llegado al máximo de su capacidad y no se han visto posibles accesorios que puedan extender sus funcionalidades. Por tanto, quizá esta parte cambie con el tiempo.
Vamos a profundizar en esto de manera sencilla y esquemática:
Con estos dispositivos puedes mezclar elementos digitales y el entorno que te rodea. Proyectar elementos sobre el suelo, en el aire, modificar la visión que tienes de tu entorno como cambiar paredes, techos y suelos… En definitiva, poner una capa más de información digital en el mundo real.
Para poder hacer esto, los dispositivos de realidad extendida tienen una serie de cámaras con las que analizan tu espacio y otras con las que hacen un vídeo en directo de tu entorno y te lo muestran en pantalla, a esto se denomina passthrough. Aquí tenemos que pegarle un tirón de orejas a nuestra amiga Apple. Su sistema de passthrough no es que sea peor que el de la competencia, tampoco especialmente mejor, lo que está claro es que comparativamente este apartado deja un mal sabor de boca si atendemos al precio. Eso sí, hemos sido capaces de hacer una típica tortilla española con las gafas puestas.
Aquí Apple no compite. Es cierto que el dispositivo puede alternar entre un modo passthrough y un modo inmersivo. Incluso nosotros, como desarrolladores, podemos forzar el modo de funcionamiento de una aplicación para que sólo actúe de manera inmersiva. Pero realidad virtual, en el punto tecnológico y de mercado en el que estamos ahora mismo, implica más cosas.
En el mercado actual, tanto gaming como profesional, la realidad virtual tiende a requerir de ciertas interacciones complejas y de movimiento. No siempre tienes por qué estar caminando o de pie, pero si pensamos en realidad virtual seguramente se te venga a la cabeza el Beat Saber o el Fruit Ninja, quizá el típico ejemplo de extinción de incendios o la formación médica. Para todo este tipo de actividades necesitas moverte, necesitas cierta agilidad y, especialmente si la experiencia implica mover un personaje, necesitas joysticks. Y es aquí donde la gran apuesta de la manzana se queda fuera de juego, seguramente porque no es el mercado al que quieren atender.
Su principal desventaja en este aparto es la falta de mandos que te permitan esas interacciones más complejas, o el movimiento dentro de entornos virtuales de una manera inmersiva, aunque a base de gestos se podrían llegar a realizar movimientos. No obstante, tienen otro hándicap a este respecto, que es su batería externa. Tener la batería colgando, además de afectar a su ergonomía –de lo que hablaremos más adelante–, es un poco peligroso si estás realizando movimientos. Por suerte, a nadie del equipo le ha pasado nada grave con la batería, pero sustos hemos tenido.
Lo primero que hay que decir a este respecto es que la propia Apple incluye, gratis, una cinta que no es la que muestran en todas sus campañas de marketing. Esto ya te puede dar una idea de que en Apple tienen claro que no han hecho el dispositivo más ergonómico del mercado.
Este es probablemente el punto más subjetivo de todos, por lo que quizá tú tengas una experiencia distinta si las usas, pero no son el dispositivo más ergonómico del mercado. En este aspecto, Pico continúa teniendo los dispositivos mejor balanceados “out of the box”, seguidos de Meta y la infinidad de accesorios que permiten mejorar la experiencia de llevar estos dispositivos durante horas.
Las Apple Vision Pro pesan, y todo el peso está en la parte frontal de tu cabeza, lo que genera cierta tensión en el cuello al intentar mantener una postura erguida. Incluso con la correa ergonómica que incluye Apple, no son un dispositivo para llevar durante largas sesiones.
En cuanto a la máscara y el confort de la zona ocular, tienen algo distinto.
Aunque no es algo que se note especialmente en el FOV (field of View o amplitud del campo de visión), la zona de las lentes es más pequeña que las alternativas de Android. Da una sensación de “gafa de buceo” que en ocasiones puede resultar algo molesta y en algunas personas del equipo ha derivado en fatiga visual.
Donde sí destacan es en la calidad de su pantalla. Poco digno de Apple sería no sacar un dispositivo con una pantalla espectacular, y aquí las Vision Pro no fallan. Son el dispositivo standalone con la mejor calidad de imagen que podemos encontrar en el mercado. También destaca su capacidad de audio inmersivo, que deja atrás a las Meta Quest 3 en cuanto a su calidad de sonido envolvente y calidad sonora general.
La clave de todo este artículo es la siguiente: ¿sirven estas gafas para cubrir mis necesidades? Para responder a esta pregunta lo mejor sería que le contases a nuestro equipo qué necesitas y te ayudaremos encantados.
Lo que te podemos adelantar es que las Vision Pro están pensadas, por el momento, como un dispositivo unipersonal. No son un dispositivo cómodo en un evento. La necesidad que tiene el sistema de medir la distancia entre ojos y la calibración de tus movimientos para un correcto y fluido funcionamiento, hace que mostrar tus productos ante largas colas de expectadores se pueda convertir en una tarea frustrante y tediosa que haga que tu perfecta estrategia de marketing se pueda ver truncada por el dispositivo.
De una manera similar, si lo que necesitas es un hardware que puedan usar varias personas, sin importar que lleven o no gafas, y que estén siempre a disposición de cada usuario, tienes el mismo problema, no son un dispositivo pensado para compartir. Puedes encontrarte con personas que, por cuestiones de dioptrías o de la propia morfología de su cara, las gafas de Apple no sean la mejor opción.
Como comentamos en apartados anteriores, si necesitas experiencias virtuales de formación o entornos donde la inmersión implique una interacción más compleja que tocar o rotar objetos, tampoco son el mejor dispositivo.
Por último, si lo que estás buscando es un hardware de alta calidad visual y sonora, que pueda ser de utilidad en situaciones de viaje, donde no siempre es fácil tener acceso a grandes pantallas para trabajar o la intimidad de un despacho cerrado, sin duda, las Apple Vision Pro son el dispositivo que estabas buscando. Un buen aliado de viaje para aquellas personas que no tienen claro en qué lado de la cama está el interruptor de la luz y que recelan de su intimidad en distintos aspectos de su trabajo.
No dudes en contactarnos si tienes alguna duda de cómo pueden las tecnologías inmersivas ayudar en tu negocio, o de cuál es el hardware que mejor se puede adaptar a tus necesidades.
Aquí tienes una guía para diseñar tu producto inmersivo perfecto.